A pocos días de que Rodrigo Chaves cumpla dos años al frente del país, Antonio Ortega, nuevo jefe de fracción del Frente Amplio, lamenta que las expectativas de una lucha frontal contra la corrupción y la evasión y elusión fiscal no se hayan cumplido.

Por el contrario, el país está sumido “en una retórica altisonante y violenta muchas veces” por parte del mandatario, quien se ha olvidado de la inversión social y sigue sin entender cómo gobernar, qué es la división de poderes y la institucionalidad.

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La incapacidad, continúa Ortega, lo ha llevado a construir enemigos de manera constante y así irlos rotando para mantener su relato que aún sigue siendo exitoso ante algunos ciudadanos.

Por otra parte, las cifras macroeconómicas positivas que se reportan en el país son producto de reformas y decisiones de gobiernos anteriores, indica Ortega.

¿Qué ha sido lo malo, lo feo y lo bueno del gobierno de Rodrigo Chaves al llegar a la mitad del camino?

Lo malo, es que a dos años el gobierno sigue sin entender cómo gobernar, qué es la división de poderes y la institucionalidad. No sabe cómo se debería ejercer la gobernanza y la gobernabilidad y esto es malo porque tiene consecuencias para todos.

Lo feo, es que quiera gobernar con la postverdad, que quiera dirigir el país a punta de construir enemigos, sino son los medios de comunicación, es la Contraloría o la Asamblea Legislativa y ahí se va rotando el enemigo con diversos actores para desviar la atención.

Su objetivo es sostener un relato que construyó en campaña y que fue atractivo para muchas personas, pero que a la hora de ejecutarlo le ha faltado capacidad y cintura política para hacerlo, pero también un interés real de comerse la bronca con los sectores que han hecho clavos de oro y que financiaron su campaña y que hoy día son intocables para el Presidente.

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Lo bueno, creo que hay que esperar al finalizar el gobierno porque me imagino que algo bueno tendrá que hacer en estos 4 años; sin embargo, ahorita, lo malo y lo feo eclipsan cualquier posibilidad de que reluzca algo bueno.

Como Frente Amplio creíamos que una parte de la agenda del presidente, la que tenía relación con la lucha contra la corrupción y la evasión y elusión fiscal íbamos a coincidir, pero lamentablemente ha sido muy poco lo que Rodrigo ha hecho; es decir, para dar discursos en contra de los evasores sí lo ha hecho, pero a la hora de poner la letra menuda y convocar los proyectos de él o cualquier fracción que vayan en esa dirección, ese siguiente paso no se ha dado. Nos hemos quedado solo con retórica y así no se resuelven los urgentes problemas nacionales.

Deflación por 11 meses, un tipo de cambio que favorece a los deudores, el problema del déficit fiscal no parece inminente y las exportaciones, turismo e inversión extranjera tienen números récord, según otros actores consultados por este tema, ¿acaso la economía no sería el elemento a destacar, o bien, se trata de un espejismo?

El tema económico es el resultado de políticas y reformas, entre otras cosas, que se hicieron en gobiernos anteriores y eso tiene que estar claro.

Por otra parte, los números que usted menciona son números saludables a nivel de macroeconomía; sin embargo, cuando uno quiere traer esos números al diario vivir de las personas, en el costo de la vida, por ejemplo, tenemos que concluir que no se reflejan.

Es evidente que esas cifras macroeconómicas son saludables y nos alegramos de que así sea; sin embargo, en lo que respecta al costo de la vida, en la posibilidad de avanzar en la movilidad social de las personas, eso no se refleja.

A ello, le agrego que hay muchos ejemplos, a través de la historia y muchos países, que han demostrado que el crecimiento económico por sí solo no significa distribución de la riqueza ni igualdad de desarrollo.

Hay países donde existe un crecimiento económico muy grande, pero también son países terriblemente desiguales.

En Costa Rica somos muy celosos de este tema, porque por mucho tiempo hemos sido un país que, aún con sus grandes diferencias entre sectores, logramos construir una igualdad, una clase media fuerte, entonces, nosotros queremos ser un país que crezca en lo económico, pero que también combata la pobreza y la desigualdad social. Ahora bien, en esto último, tengo que señalarle que el gobierno no está haciendo nada, y que además ha provocado un debilitamiento de la inversión social.

Históricamente el gobierno de turno busca gastar más en el presupuesto y los diputados buscan recortar la inversión; en este caso, los papeles se han invertido, ¿cómo se entiende eso, es disciplina fiscal o desinterés en otras áreas que no sean las de política económica?

Este gobierno quiere desmantelar la institucionalidad y el tejido social. Datos de la Universidad Nacional demuestran que este 2024 se invertirá el porcentaje más bajo en términos del PIB en una década para el área social.

Se trata de un caso nunca antes visto, ya que históricamente la Asamblea Legislativa ha promovido el recorte del gasto público y el gobierno ha querido invertir más. En esta ocasión se invirtieron los papeles. La oposición está tratando de salvar las becas, la inversión en infraestructura educativa, en cultura y en ayudas sociales. Lo que estamos viendo con este gobierno es algo nunca antes visto.

Las encuestas más recientes, antes de las elecciones de febrero, en torno a la gestión del presidente le brindan números positivos por encima de un 50%, ¿a qué se puede atribuir esos números?

Creo que efectivamente la narración con la que él gana es un relato muy atractivo, que incluso él sigue sosteniendo y le da resultados, en medio del deterioro del tejido social. Su discurso es llamativo y hasta la fecha puede, y lo logra, atraer sectores. A ello se le suma que él ha tenido una comunicación muy directa en relación con otros gobiernos.

A esta altura, sigue existiendo una expectativa de algunos costarricenses de que él cumplirá sus promesas de campaña y que se enfrentará a los odiosos privilegios que disfrutan algunos sectores de la población. Sin embargo, para efectos prácticos, si usted me pregunta qué ha hecho el presidente en esa dirección, quizás nos sobren dedos de una mano.

¿Espera usted que haya algún cambio en la forma como se está haciendo la política en Costa Rica desde Casa Presidencial?

Uno esperaría y desea, por Costa Rica, que haya cambios a esos señalamientos, con respecto a lo que no se ha hecho, a los retos que se tienen. Nosotros pensábamos que íbamos a coincidir en la lucha contra la corrupción y la evasión, pero lamentablemente nos hemos quedado con una retórica altisonante y violenta muchas veces.