Una nueva galería tiene La Habana para servir de puente entre la cultura y la comunidad. Se trata de la Jorge Juan Lozano Ros en la Sociedad Cultural José Martí (SCJM), en el céntrico barrio El Vedado. Fue recién inaugurada este 19 de mayo, a propósito del aniversario 128 de la caída en combate de nuestro Apóstol.
Es un lugar pequeño, íntimo, en crecimiento, “parte de un proceso de transformación que iniciamos en la SCJM porque la sociedad tiene el encargo social de promover el ámbito martiano y desde allí podemos servirnos de las artes, de la cultura. Pensamos que puede convertirse en referencia para la diversidad de públicos que se nos acercan, lo mismo jóvenes, adolescentes, que personas mayores” —refiere Niurka Duménigo García, gestora del proyecto, quien fuera Vicepresidenta de la SCJM hasta hace cuatro meses, y actual Consejera a cargo de Asuntos Consulares en la Embajada de Cuba en Namibia.
Nos cuenta Niurka que para revitalizar la SCJM las aspiraciones son mucho más ambiciosas, comprende hacer ese lugar adecuado para ofrecer talleres para niños, adolescentes y jóvenes; siempre con el objetivo de empatizar con esos públicos que son los de menor presencia en la institución. Asimismo, nos explica que “la idea incluye, a largo plazo, hacer una biblioteca-centro de información, convertir el patio en un álbum-café donde se pueda disfrutar de un concierto; e igualmente se quiere hacer una cafetería que, además de ofertar un dulcecito, también venda discos, libros de Martí y de cultura general; de modo que los muchachos pasen y se queden un rato a estudiar o a socializar”.
“Entonces la galería fue lo primero que empezamos como parte de ese patio —continúa Niurka— con la meta de hacer un salón multipropósito que funcionara también como teatro o pequeña sala de cine, pero, finalmente, no es un espacio muy grande así que se quedó, sobre todo, para exposiciones. Allí se prevé promover materiales de Martí y de artistas de la plástica. Cuando la SCJM sea lo que soñamos, cuando la casa tenga todo ese vuelo cultural, creemos que la gente se interesará por exponer ahí, y que poco a poco formará parte del circuito de galerías que existen en La Habana”.
LA MUESTRA
Martí desde su iconografía se titula la exposición que inauguró la sala Lozano, en ella se puede apreciar a nuestro Héroe Nacional en distintos momentos de su vida a través de muchas imágenes que nos serán conocidas, y otras, no tanto.
“Con 15 fotografías de mediano formato, sus organizadores quisieron adelantar lo que próximamente podrá encontrarse en una nueva edición del libro Iconografía martiana, preparado por Gonzalo de Quesada y Miranda, y terminado en 1985 por el intelectual Pedro Álvarez Tabío” —explica Belkys Duménigo García, editora del texto, y jefa editorial de la Oficina de Asuntos Históricos de la Presidencia de la República.
“Inicialmente quisimos hacer una reedición de aquel libro de fotos, —asegura Belkys—pero cuando investigamos nos dimos cuenta de que debía ser una edición crítica porque los estudios posteriores a su publicación, hace 38 años, aclaran muchos aspectos”. Por eso la nueva propuesta poseerá más datos, rectificaciones relacionadas con las 41 fotografías y dibujos de Martí elegidos, así como notas ampliadas sobre su contexto.
“En medio del trabajo —relata Belkys— se nos ocurrió que las fotos no se quedaran solo en el texto, sino que podíamos exponerlas. Aspirábamos a que la presentación del libro fuera una actividad linda que implicara también la muestra, pero por una u otra causa no hemos terminado el proyecto que comenzamos en 2013. Vivimos varios periodos de inactividad a veces por escasez de papel, o porque fueron otras las prioridades en la oficina, o por el tiempo de confinamiento durante la pandemia de Covid-19. Nos hemos propuesto concluirlo este año”.
De acuerdo con la editora, luego de un arduo trabajo investigativo la pretensión es que las imágenes trabajadas sean definitivamente las que comiencen a circular para el uso de estudiosos, medios, y personas comunes, puesto que muchas fotos divulgadas de Martí fueron volteadas o recortadas, excluyendo paisajes, individuos, elementos. Y estos son asuntos que se resarcen en el próximo volumen y que se muestran en la expo Martí desde su iconografía.
EL HOMENAJE
La galería Jorge Juan Lozano Ros debe su nombre al reconocido intelectual que dedicó su vida a estudiar la historia de Cuba y, sobre todo, a nuestro Héroe Nacional. Fue docente, orador, investigador, y fundó la Oficina del Programa Martiano. Su dominio y pasión por el Apóstol hizo que fuera referente de los temas afines. Con su muerte, el 20 de mayo de 2022, Lozano dejó un enorme vacío y una importante obra con múltiples miradas al universo de José Martí, por eso no sorprende que la SCJM nombrara así su galería.
Evidentemente hablamos de un hombre con muchos valores profesionales, pero, sobre todo, como persona. Todos hablan emocionados al punto de la lágrima, y le dedican el mejor homenaje al quedarse casi sin palabras para calificarlo
“Lozano fue el investigador principal del proyecto del libro, era el líder —comenta Belkys—. Él no solo investigó sino dio su visto bueno, todo lo que se ha hecho fue en coordinación con Lozano. En el plano personal fue sencillo, educado, de alta sensibilidad y respeto; muy capaz, valioso, con mucho conocimiento sobre el proceso revolucionario desde Martí hasta la actualidad. Lozano era muy martiano, entregado por completo a ese estudio. No existía aspecto de la vida de Martí que él no dominara.”
Mientras Niurka afirma: “Lozano es una inspiración para nosotros, desapareció muy rápido de este mundo y dejó una estela creativa muy original en el ámbito martiano. Fue un profesor en toda la extensión de la palabra y con un código ético que es el de Martí. Fue muy consecuente siempre con lo que proclamaba, era muy especial. Creo que fue muy atinado traer el recuerdo de Lozano a la galería de la SCJM, él es parte de todo desde que lo soñamos, y trabajó minuciosamente en ese proyecto de la iconografía, investigó cada fotografía, y ese libro que va a salir será muy superior a los anteriores porque no es una edición tranquila, sino corregida y muy ampliada con nuevos datos.”
“Lozano era una persona magnífica, un ser humano muy bueno. Cuando supe que la galería llevaría su nombre me dije que era justo, una idea excelente, el acto más lindo. Él nunca lo hubiera imaginado. Como su compañera de trabajo estoy muy feliz de que haya sido así, y agradecida” —apunta Belkys.